Profesionales electromecánicos, soldadores, operarios de la industria cárnica y trabajadores del sector agrario y ganadero, personal de hostelería, dependientes y mozos de almacén son algunos de los profesionales más demandados en Castilla-La Mancha, según un estudio de Adecco que detalla los perfiles más buscados por las empresas en cada comunidad autónoma.

El estudio señala que, a pesar de que la tasa de paro en Castilla-La Mancha se sitúa en un 14,39 %, que se traduce en 146.600 personas desempleadas según la Encuesta de Población Activa, el 53 % de los directores de recursos humanos tiene "problemas" a la hora de reclutar talento para su compañía, un porcentaje que ha crecido 18,3 puntos porcentuales con respecto al año anterior.

En la autonomía castellano-manchega, según Adecco, son seis los sectores que cuentan con posiciones difíciles de cubrir actualmente y que más mano de obra están reclamando.

En primer lugar, el sector industrial de la región necesita electromecánicos, soldadores y oficios, una carencia motivada por una mezcla entre los pocos profesionales cualificados y con experiencia que existen, necesarios para que no cese la actividad de las empresas pues realizan mantenimientos preventivos y correctivos en las líneas de producción, la falta de relevo generacional por ser un sector poco atractivo para la gente joven, y la alta movilidad de estos perfiles por motivos salariales derivados precisamente de ese desajuste entre oferta y demanda.

El sector de la alimentación demanda continuamente operarios especializados, sobre todo para la industria cárnica, con gran presencia en la autonomía.

Por su parte, el sector de la distribución y el retail está demandando perfiles como dependientes y promotores, mientras que en la logística y el transporte -que en la región emplea a más de 43.000 personas y es uno de los principales ejes de la economía local- se está demandando operarios logísticos con manejo de maquinaria, carretilleros con titulación oficial y mozos de almacén.

Con uno de los sectores agrarios más potentes del país tanto por extensión, como por tipos de cultivo y explotaciones ganaderas, Castilla-La Mancha busca continuamente trabajadores ya que la escasez de personal en el sector empieza a ser crónica en el mercado laboral regional.

Es el caso de peones y operarios agrícolas, aunque también se hace patente en campañas de recolección como la vendimia o las relacionadas con la cosecha del aceite cuando faltan recolectores, ya que las duras condiciones del sector (climatología, remuneraciones, encarecimiento de costes que no siempre se ven reflejados en origen) es uno de los principales hándicap para atraer a la gente joven de la región a este sector.

Por último, otra actividad que merece una mención especial en esta escasez de talento es la hostelería y el turismo.

Esta industria clave en la región -emplea directamente a 50.000 personas en la comunidad- está remontando al fin tras los años de pandemia y restricciones, pero el sector tiene un problema grave ante la escasez de mano de obra en cualquier punto de España, incluida Castilla-La Mancha, y ya son dos veranos en los que el sector ha puesto de manifiesto la acuciante necesidad de encontrar mano de obra cualificada, especialmente desde que se ha recuperado totalmente la actividad, tan disminuida durante 2020 y 2021.

Los prolongados ERTE que hicieron que muchos trabajadores del sector se reubicaran en otras actividades, el déficit que ya existía desde antes de la pandemia, la estacionalidad de muchas campañas en ciertas zonas y la poca movilidad interna, entre otros factores, hacen que cada vez sea más complicado cubrir los puestos que necesita una industria clave para la economía de la región.

Así en la autonomía castellanomanchega se necesitan principalmente camareros, ayudantes de camareros y ayudantes de cocina, aunque cualquier tipo de perfil dentro del sector tiene fácil colocación en el mercado laboral regional. 

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