La recarga de un coche eléctrico o híbrido enchufable puede suponer una de las grandes barreras para dar el paso a la movilidad eléctrica.

Además del lento avance de la infraestructura pública de carga, los usuarios también tienen dudas respecto al proceso de recarga del vehículo; las aplicaciones; los cables y conectores; la instalación del punto de carga en el garaje y, sobre todo, el coste de las recargas.

En este artículo resumimos todo lo que necesitas saber para despejar tus dudas sobre el coche eléctrico.

Una de las dudas más frecuentes es el precio real de cargar un coche eléctrico. Todos ellos cuentan con una especificación de su consumo de kWh cada 100 km. Por ello, independientemente de la tarifa eléctrica, con los datos de consumo es posible siempre calcular lo que cuesta carga la batería.

Realmente, cargar un coche eléctrico es lo mismo que repostar gasolina: el depósito tiene una capacidad en litros y el precio del litro está establecido. Por lo tanto, las cuentas son las mismas con kWh, cuyo precio oscila dependiendo de las tarifas, que varían según sin los puntos de carga están en estaciones públicas o son privados.

Es esta disparidad de tarifas lo que puede complicar las cuentas a la hora de cargar un coche eléctrico o híbrido enchufable. Puede ser muy barato o no. Hay que tener en cuenta que cuando menos caro sale es por la noche , haciendo uso de la tarifa súper-valle individual. Para la recarga en estaciones públicas, según el lugar de recarga puede oscilar considerablemente. Aún así, no te preocupes, no tiene nada que ver con llenar el depósito de un coche de combustión.

En el caso de que tengas una plaza de garaje o vivas en una casa unifamiliar, no deberías tener problemas. Para ello, dispones de las tarifas especiales, súper valle (tarifa 2.0 DHS), con la que podrás cargar tu coche eléctrico entre las 01:00h y las 07:00h.

El consumo energético del vehículo también determina el coste de recorrer 100 kilómetros, independientemente de la tarifa valle. La media de consumo está situada entre los 10 kWh y los 25 kWh. Así, según la tarifa, el precio rondaría entre menos de un euro y 2 euros . Si, por el contrario, el consumo es más elevado, el precio podría llegar a los 3 euros.

Saber el coste de los 100 km de un modelo medio, en tarifa valle, también dependerá del propio consumo energético del vehículo. Si la media de consumo de los diferentes coches eléctricos, sean turismos, SUV o deportivos, oscila entre los 10 kWh y los 25 kWh, la recarga para 100 km, según el tipo de tarifa, podría oscilar entre menos de 1 euro y 2,00 euros . Si el consumo es muy alto, esa cantidad podría incluso llegar a los 3 euros.

Para poner en contraste, recorrer 100 km con un coche diésel, con un consumo medio de 6 litros, cuesta alrededor de 9,60 euros.

En cambio, en un híbrido enchufable con una batería de 8,9 kWh, los 100 kilómetros podrían salirnos por menos de 0,3 euros en tarifa valle.

Una herramienta muy útil es la web Eurosx100km, puesta en marcha por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. En ella, podemos consultar el precio que cuesta recorrer 100 km con cualquier coche eléctrico.

Recuerda, además, que comentábamos hace poco que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) ha desarrollado una página web específica (Eurosx100km). En ella puedes consultar cuánto cuesta recorrer 100 km con un coche eléctrico , sea cuál sea.

En las redes publicas, la cosa cambia. El precio de cargar por completo un coche eléctrico con una batería de 60 kWh estaría entre los 17,4 y los 26,76 euros.

Además, si nuestro coche admite una potencia de carga rápida, en estas infraestructuras el precio oscila entre los 0,29 y los 0,79 céntimos por kW, con una media entre 0,40 y 0,50 céntimos.

En conclusión, no nos debe preocupar el consumo de un coche eléctrico si lo comparamos con un coche de combustión. Además, en los híbridos enchufables, el consumo combinado entre el motor eléctrico y el de combustión hace posible reducir significativamente el consumo final.

Actualmente, existen cuatro tipos de carga: lenta, normal, semi-rápida y rápida. El tiempo de carga de un coche eléctrico variará notablemente en cada uno de estos tipos.

Lo más aconsejable es la carga normal , ya que la batería se mantendrá en buenas condiciones, además de que puede ser la más barata si la llevamos a cabo en nuestro garaje o plaza de garaje.

En este tipo de carga se utiliza un enchufe doméstico (tipo Schuko). La recarga lenta es la que menos se usa y la razón es de peso: podemos tardar entre 12 y 16 horas en cargar un coche eléctrico con una batería media. Veamos la siguiente opción.

Se trata de la recarga más utilizada, la que hacemos en casa con un punto de carga y normalmente por la noche. Además, es la carga más barata.

Si vives en una comunidad de vecinos, recuerda que solo tienes que notificar a la comunidad la instalación de tu punto de carga y revisar la potencia contratada.

Este tipo de carga suele realizarse a 16 A y desde los 3,6 kW hasta los 32 A y 7,4 kWh. De este modo, tendremos lista nuestra batería en un tiempo de 6 a 8 horas.

Si tenemos un híbrido enchufable, necesitaremos algo menos, de 2 a 4 horas.

Por su parte, un híbrido enchufable, requiere entre 2 y 4 horas para la recarga convencional.

Vamos con una duda que también suelen tener aquellos y aquellas que quieren dar el paso a la movilidad eléctrica.

El precio de instalar un punto de recarga normal oscila entre los 1.000 y los 1.500 euros de media , y en él influye el cableado que haya que realizarse desde el contador hasta el punto de carga.

También cabe destacar que el Plan Moves III contempla ayudas para la compra de estas instalaciones.

La carga semi-rápida es aquella que utiliza una potencia desde los 11 kW hasta los 22 kW. Las instalaciones con este tipo de recarga suelen ser públicas y podemos encontrarlas en hoteles, centros comerciales, apartamentos etc.

Hacer uso de la carga semi-rápida en nuestro coche eléctrico dará como resultado una carga del 80% de la batería en unas 2 horas. Para los híbridos enchufables, el tiempo se reduciría a algo más de media hora.

La recarga rápida cuenta con una potencia de hasta 50 kW, por lo que se convierte en la alternativa más útil a la hora de viajar. Si hacemos uso de ella, necesitaremos algo más de 30 minutos para recargar la batería al 80%. Hay que recordar que necesitaremos conectores especiales de corriente continua.

Por su parte, la recarga ultrarrápida utiliza una potencia de entre 100 y 350 kW. De momento, la gran mayoría de los coches eléctricos no admiten esta potencia de carga, pero cada vez son más los que si pueden utilizarla. Con este tipo de recarga, el tiempo necesario es de entre 10 y 20 minutos.

Tecnología de 800 voltios, el sistema al que recurren cada vez más coches para reducir los tiempos de carga

A la hora de recargar nuestro coche, es importante considerar cuánto debe cargarse nuestra batería y hasta qué límite. Lo aconsejable para las baterias de ion-litio, las más comunes en los vehículos eléctricos, es recargar la batería antes de que su capacidad esté por debajo del 20%. También es aconsejable no superar el 80% de la capacidad de la batería.

Por otro lado, el conector tipo 2 (Mennekes) es el homologado actualmente como estándar europeo. Aun así, podremos utilizar otros que posibiliten la carga rápida. Para ello, debemos tener un cable con conector estándar por un lado (el de nuestro coche) y uno diferente al otro extremo.

También es necesario recordar que, para iniciar la recarga de un coche eléctrico, debemos enchufar el cable al punto de carga en primer lugar, para después hacerlo en nuestro vehículo. Al finalizar, el proceso debe hacerse al revés: primero del coche y luego del punto de carga.

De todos modos, las infraestructuras de carga son inteligentes, así que si detectan un error de conexión o un cable erróneo, no comenzarán el proceso de carga.

La gran mayoría de los coches eléctricos e híbridos enchufables cuentan con sistemas de conexión y apps para el móvil, que nos permiten encontrar la estación más próxima para realizar nuestra carga. Además, al establecer nuestra ruta de viaje, también muestran las instalaciones de carga que tenemos de camino.

Las aplicaciones para el móvil hacen posible interactuar con el coche en aspectos como el control de la climatización antes de que nos montemos, abrir y cerrar las puertas, controlar el estado de la batería y la carga e iniciar una carga remota.

Por último, también debes saber que existen plataformas online que informan sobre la ubicación de los puntos de carga y si están disponibles en el momento de tu búsqueda. Reservar el cargador también es posible en muchas de estas plataformas.

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